2. En un ecosistema de monedas complementarias

2.1. Introducción a las monedas complementarias

2.1.2. Una breve reseña histórica

Tan solo en el actual periodo de la historia las tres funciones del dinero residen en una única moneda oficial de escala nacional. A lo largo de la mayor parte de la historia, diferentes formas de dinero han ido cumpliendo estas funciones por separado, manteniéndose vigentes por siglos y sin impedimento alguno.

Desde un punto de vista genérico, podemos remontarnos a los primeros sistemas de trueque de la humanidad para encontrar la sistemática de los sistemas monetarios sociales. Desde hace miles de años, distintas comunidades humanas han creado sus propias monedas con objeto de satisfacer las necesidades de sus miembros y resguardarse así de la inestabilidad económica. Desde entonces, y hasta nuestros días, las monedas complementarias han pasado por numerosos avatares, y en la actualidad se encuentran en muchísimos países del mundo. Las monedas nacionales, así como las supranacionales, han sido un claro obstáculo para su desarrollo, si bien no hay que perder de vista que algunos de los sistemas monetarios complementarios se basan en monedas que precisan de la redención última en moneda oficial.

Hay diversas experiencias documentadas del uso de monedas complementarias, que se combinan con dinero convencional, desde los años 30 del siglo xx: en Alemania surgió el Wära, en Austria el Wörgl, y otras en los países escandinavos, Bulgaria, Canadá, Dinamarca, Ecuador, España, Francia, Italia, México, Países Bajos, Rumania, Suecia, Suiza, Finlandia y China. Estas monedas respondieron a la necesidad de tener formas alternativas para comprar bienes para el abastecimiento familiar durante la depresión de 1929, si bien la mayoría de ellas fueron prohibidas por los gobiernos de los países después de un tiempo en funcionamiento. Tan solo una de ellas sobrevive hasta el día de hoy. Es el caso del Wir de Suiza.

Después de medio siglo, en 1983, Michael Linton ideó los LETS (acrónimo de Local Employment and Trade System), que surgieron en Canadá y que actualmente son uno de los sistemas monetarios complementarios más difundidos en todo el mundo. Pronto se extendió a Inglaterra, Nueva Zelanda y Austria, pasando posteriormente a Estados Unidos, Australia y Europa. De forma independiente apareció en Francia el SEL (acrónimo de Système de Échange Local), en Japón el Fureai Ticket y en Estados Unidos otros sistemas que se han vuelto muy populares como son los Time Dollars y los Ithaca Hours.

La combinación de dinero convencional con monedas complementarias funciona con éxito tanto en países económicamente poderosos como en países de economía dependiente (Brasil, Tailandia, Indonesia y Senegal, entre otros). Muchas monedas complementarias han aparecido durante momentos de crisis económicas en que escasea el trabajo remunerado y el dinero. Tal es el caso de Argentina, cuyo colapso económico sufrido en 2001, impulsó que se sumaran nuevos sistemas de crédito alternativos, o monedas complementarias, a los que ya existían y, en poco tiempo, llegaron a involucrar a cientos de miles de usuarios, fenómeno que se expandió hacia otros países de la región. No obstante, en el contexto de crisis económica, no solo la gente de escasos recursos explora alternativas, también la gran empresa capitalista echa mano de distintas formas de atraer y conservar su clientela. Las llamadas millas que se otorgan a cambio de haber comprado billetes previamente en una línea aérea, si bien no son en rigor dinero, atraen cada vez más viajeros frecuentes. Si bien el dinero alternativo de empresas capitalistas se asemeja al dinero complementario en el sentido de que se utiliza algo distinto al dinero convencional para realizar compras, vale la pena reflejar una diferencia muy clara e importante a nivel conceptual: el primero fue ideado como parte de la competencia capitalista, para atar al cliente, para que regrese al mismo lugar donde ya compró, mientras que el segundo busca ofrecer al consumidor alternativas ante la carencia de dinero y la monopolización del mercado entre otras cosas.