3.1. El papel de la administración pública
3.1.1. La necesidad de un desarrollo local y sostenible
Las monedas complementarias constituyen una herramienta para el desarrollo local, pudiéndose emplear tanto en el contexto de economías más frágiles, en localidades que ven reducido el gasto local que se orienta a las grandes superficies y pierden capacidad de renta en euros, pero también en territorios con mejores indicadores de renta y ocupabilidad, donde hay importantes recursos infrautilizados y sistemas de gestión ineficientes. Una administración local puede encontrar en la emisión o facilitación de monedas complementarias un efecto sinérgico vinculado a diferentes de sus competencias: impulso al comercio local, atención a colectivos en riesgo de exclusión, fomento de la ocupabilidad local, mejora de las relaciones vecinales, así como soporte al tejido asociativo, a la gestión de residuos, a la recogida selectiva y a la prevención de vertidos, entre otros. Las monedas complementarias presentan al mismo tiempo una serie de retos y oportunidades a la hora de fomentar un desarrollo local que además sea sostenible, entendido éste como aquel desarrollo que tiene lugar de forma integral, tanto a nivel social como económico y medioambiental, y que satisface las necesidades de la generación presente sin comprometer la capacidad de las generaciones futuras para satisfacer sus propias necesidades.
Tal y como se ha comentado anteriormente en este curso, no hay modelos estándar de monedas complementarias y, por lo tanto, no hay proyectos que sean completamente idénticos. Pueden ser muy parecidos, casi iguales, pero la coyuntura socioeconómica del entorno donde se implanten las monedas complementarias será determinante para caracterizar el proyecto resultante y, por lo tanto, para hacer de ése un proyecto único. Se trata de modelos híbridos resultantes de la combinación de diferentes clasificaciones y caracterizaciones, hechos a medida en función de los objetivos perseguidos, de los agentes implicados y de los recursos disponibles, entre muchos de otros.
En cualquier de los casos, y en relación con las posibles restricciones geográficas que pueda representar el término local donde se quiera implantar un determinado proyecto desde la administración pública, se debe dejar constancia de que esta configuración híbrida de un sistema monetario complementario perseguirá siempre el logro de un desarrollo local sostenible, pero nunca tendrá razones o aspiraciones soberanistas, sino simplemente de dinamización y transformación, tanto a nivel social como económico y medioambiental.