3. Hacia un desarrollo local y sostenible

3.2. Efectos de las monedas complementarias

3.2.4. La lucha contra las desigualdades y la exclusión social

Hacer tareas de voluntariado y de participación comunitaria implica disponer de un tiempo disponible y de un dinero que ya cubra las necesidades, que no todo el mundo tiene. Las monedas complementarias pueden ayudar a superar desigualdades de tiempo libre y dinero, redistribuyendo recursos de un modo más equitativo.

  • Participación social. La exclusión de ciertos grupos de la vida social debilita las relaciones comunitarias. Las monedas complementarias pueden dinamizar el tejido social y asegurar que todos los grupos de personas tengan las mismas posibilidades de implicarse a nivel comunitario. Si bien las monedas complementarias por sí mismas no pueden solucionar desigualdades sociales, económicas y políticas, pues son cuestiones estructurales que requieren cambios estructurales, si que pueden luchar contra algunos de los efectos y causas de la exclusión social. Implicarse en trabajo voluntario ofrece muchas ventajas para las personas socialmente excluidas y económicamente marginadas. Es una oportunidad para crear nuevas relaciones y darse cuenta del valor de un mismo. El trabajo en este tipo de proyecto supone un amplio valor para el resto de la comunidad, movilizando el talento y las capacidades de los residentes locales.
  • Respaldo a la economía de los cuidados. Las redes y relaciones de confianza dentro de una comunidad forman las bases de la vida social y nutren la base sobre la que la economía formal del dinero y los mercados crece. No obstante, al no estar remunerado, el valor que supone el cuidado de las familias ayudando con la crianza de los niños, la ayuda a los vecinos, la realización de las tareas del hogar, limpiando o llevando las finanzas, generalmente no se reconoce como una parte de la economía formal. Todas las tareas diarias de mantener y alimentar a la sociedad y las vidas que lo hacen posible, constituye la economía de los cuidados, pues sin ellos la vida tal y como la conocemos no se podría sostener. Se pueden hacer muchas cosas para apoyar y fortalecer esta economía, así como para darle más valor y reconocer la importancia de la contribución de lo que esta economía consigue sin necesidad de ponerle un precio específico. Aquí es precisamente donde las monedas complementarias pueden también demostrar su valía.
  • Desigualdad y exclusión social. Las monedas complementarias no solucionan las desigualdades ni la exclusión social, pero ofrecen una herramienta muy valiosa. Uno de los factores más importantes para reducir la desigualdad es el empoderamiento. Este tipo de monedas pueden ayudar a redistribuir formas de poder de aquellos que ya lo tienen hacia aquellos que no lo tienen. El empoderamiento y la valía personal van de la mano. Las monedas complementarias facilitan actividades voluntarias que permiten a sus participantes conseguir nuevas experiencias que ofrecen recompensas intrínsecas, como por ejemplo la autoestima, pero también extrínsecas, como por ejemplo la aplicación de las habilidades adquiridas en el trabajo remunerado y la educación formal. Los proyectos de monedas complementarias pueden dirigirse a desigualdades educacionales, de aprendizaje y de ocupabilidad, permitiendo a aquellos quienes tienen menos oportunidades ganar las habilidades necesarias buscadas por los empleadores e, incluso, poniéndolos en igualdad de condiciones con aquellos que tienen un estatus más privilegiado.
  • Mejora del bienestar individual y de la salud. El bienestar considera cómo las personas se sienten, funcionan y evalúan sus vidas. Las monedas complementarias pueden contribuir significativamente a la mejora del bienestar personal, proporcionando oportunidades para el contacto social y el fomento de la autoestima. Ofrecen posibilidades de socialización y de aprendizaje a grupos que son excluidos del mundo del trabajo. A la vez, niveles de bienestar más altos generalmente van asociados a otros resultados positivos, como la mejora de la salud física.