1.1. Introducción al dinero
1.1.2. Una breve reseña histórica
Antes de la creación del dinero se utilizaban artículos de valor que tenían un uso y servían para crear equivalencias y para intercambiar. Estos artículos debían poseer ciertos atributos sustantivos como ser durables, poder transportarse y tener un valor inherente. Existen tres momentos históricos importantes hasta la creación del dinero bajo la concepción con la que lo conocemos hoy en día:
- Utilización de cosas poco durables como dinero, como por ejemplo la sal (en China, en el norte de África y en la Europa del Mediterráneo) o el cacao (en México).
- Utilización de los metales como dinero. Por su cualidad de bien perdurable, los metales sirven como reserva y, al poderlos reducir a piezas relativamente pequeñas, son un buen medio de intercambio. Entre los metales, el oro ha sido el más preciado. En épocas tan tempranas como finales del tercer milenio antes de Cristo, los pueblos mesopotámicos comenzaron a utilizar lingotes de metales preciosos a cambio de bienes. También se tiene información que alrededor de 2500 a.C. se usaba ya la plata como forma de pago.
- Utilización de la moneda, la cual apareció una vez que la organización social y la tecnología se desarrollaron al punto de emplear cantidades estandarizadas de oro y plata en los intercambios. La palabra moneda viene de moneta, es decir, pieza. La moneda más antigua de la que se tiene conocimiento fue el shekel sumerio (cuyo significado es un saco de trigo). Su creación tuvo lugar aproximadamente en el año 3200 a.C. en el pequeño reino de Lidia, en lo que hoy es Turquía, y de allí se difundió alrededor del mundo. Estas monedas constituyeron la primera revolución monetaria de la historia y, con el paso del tiempo, daría lugar al sistema monetario occidental.
Desde la invención de la moneda no hubo mayores cambios en la historia del dinero hasta la emisión de los primeros billetes. Si bien en China se empezó a hacer papel moneda e imprimirlo más o menos mil años antes que en Europa, la emisión de billetes para compensar la escasez de monedas de oro y plata se realizó por primera vez en 1661 en el Banco de Estocolmo. El papel moneda o billete como el que usamos actualmente fue un invento de Benjamín Franklin en 1729 en Estados Unidos. No fue hasta el siglo xix que los banqueros de Londres crearon un sistema monetario que se difundió por todo el mundo y se transformó en el primer sistema monetario de alcance realmente global con papel moneda basado en el oro.
No obstante lo anterior, la historia de la banca es muy anterior a la de los billetes. En el siglo xiii nace la primera institución precursora de la banca actual, que surgió de una orden de caballeros de carácter religioso conocidos como los templarios, que funcionaron como banqueros de reyes y papas. Hacia el siglo xv los nuevos banqueros fueron familias italianas, gente que trabajaba más en los mercados que en los castillos. Precisamente la palabra banco o banca se debe a la forma como ellos atendían a sus clientes, ya que literalmente realizaban su trabajo sobre un banco que colocaban en las banquetas. Estos banqueros recibían de la gente monedas de oro y entregaban un vale o letra de cambio a nombre de la persona que les había dado el dinero. Ellos fueron los que inventaron la letra de cambio, la cual consiste en un documento escrito que dispone el pago de cierta cantidad de dinero a cierta persona en determinado momento y lugar. En la práctica, los banqueros se convirtieron en prestamistas del rico, mientras que los prestamistas y dueños de empeños continuaron prestando al pobre.
En el siglo xix se designó, con el nombre de Banco Central, al banco establecido en la capital de cada país y que tenía el monopolio de la emisión de papel moneda nacional en el mismo. Después del acuerdo de Bretton Woods, del cual se hablará más adelante en este curso, los Bancos Centrales cumplieron otras funciones: son los prestamistas de última instancia de los bancos comerciales; son también los responsables últimos del control de la inflación, mediante la emisión del dinero y la variación de las principales tasas de interés. Sus clientes son los restantes bancos del país. Todos los Bancos Centrales están bajo la tutela del Banco Mundial y del Fondo Monetario Internacional, así como del Banco de Pagos Internacionales, un club privado en Basilea.