Introducción

El dinero forma parte de nuestras vidas, de nuestro día a día. Miremos donde miremos, hagamos lo que hagamos, el dinero está presente de una forma más o menos directa. Aun así, suele permanecer en el subconsciente de la mayoría de nosotros, siendo considerado como algo que está allí, que es necesario pero que se escapa de nuestro control. Pocas veces nos detenemos a pensar qué es, quién lo crea, de dónde sale o qué le da valor. Y cuando nos paramos a reflexionar sobre ello, solemos hacerlo desde la concepción más capitalista, aquella basada en la educación financiera más clásica que nos ha sido inculcada, aquella en la que quedan confusos algunos conceptos como el patrón oro, la relación entre el ahorro y la financiación, o el interés compuesto, entre otros.

No se puede negar que el dinero ha sido y es una de las innovaciones más importantes y ventajosas de las sociedades humanas. Sin el dinero sería imposible concebir los niveles de eficiencia de nuestras economías y de nuestro patrón de bienestar. Sin el dinero, una sociedad tendría que recurrir sistemáticamente al trueque de unos bienes por otros en el ámbito individual y, obviamente, tendría que darse una recíproca coincidencia de los deseos de las partes que participan en todo intercambio económico. Algo realmente complejo y nada práctico. El dinero es un instrumento que facilita el intercambio de bienes y servicios, así como la especialización económica y la división del trabajo, contribuyendo a la eficiencia global de una economía y, en general, de una sociedad. En este sentido, se podría decir que las sociedades de nuestro tiempo serían claramente inviables e inconcebibles sin el dinero.

Pero, ¿sabemos lo que realmente es y representa el dinero? ¿Somos conscientes de que esta búsqueda de eficiencia es quizás la causante de la insostenibilidad societaria y planetaria que estamos viviendo a día de hoy? ¿Nos hemos planteado si existen alternativas de actuación frente a todo ello? Y, en su caso, ¿de qué alternativas se trata y hasta qué punto están implantadas y consolidadas?

El objetivo de este curso es dar respuesta a éstas y otras preguntas, a un nivel académico pero al mismo tiempo divulgativo, con el fin de que su contenido sea capaz de llegar al mayor número de personas posible. Y, con ello, facilitar que éstas tomen conciencia de todo lo que envuelve al concepto del dinero y adquieran los conocimientos mínimos necesarios para poder decidir libremente su proceder futuro.

Para el logro de este objetivo, el curso ha sido estructurado en tres bloques distintos con los siguientes contenidos:

  • Bloque 1. «Del monopolio a la diversidad monetaria». Este bloque está dedicado a presentar lo que es y representa el dinero, así como a analizar la situación del sistema monetario actual, bajo la concepción más capitalista del término. Posteriormente, y desde la visión del pensamiento complejo, se analizan las aportaciones de las monedas complementarias en pro de la sostenibilidad, tanto a nivel económico como social y medioambiental. Las principales referencias utilizadas para ello han sido los estudios de Bernard Lietaer.
  • Bloque 2. «En un ecosistema de monedas complementarias». Este bloque está dedicado a presentar lo que son y representan las monedas complementarias, junto con su evolución histórica y las distintas tipologías existentes. A continuación se analiza la situación de las mismas, tanto a nivel nacional como internacional, su repercusión en el desarrollo sostenible, así como el ciclo de vida habitual que las caracteriza. Las principales referencias utilizadas para ello han sido las investigaciones de Gill Seyfang, Noel Longhurst y Neil Hughes.
  • Bloque 3. «Hacia un desarrollo local y sostenible». Este bloque está dedicado a analizar cómo desde la administración pública se pueden implementar sistemas de monedas complementarias, tanto para la reactivación local de la economía como para el fomento de la cohesión social y la reducción de la huella ecológica. Las principales referencias utilizadas para ello han sido los estudios del proyecto Community Currencies in Action (CCIA).